No correré esta carrera
pues la meta no es certera
ni la suerte chanchullera...
y no llevo conejo en la chistera.
No quiero ser prisionera
de lo que es una quimera,
Aunque nunca fui pantera,
ahora me siento cordera
(se me nota por la ojera)...
estoy siendo muy sincera.
Yo no seré la barbera
que corte tu cabellera.
No es necesaria visera
para ver tras mi vidriera.
Sin querer ser farolera…
yo no soy muy callejera
nada tengo de embustera,
Sabes que soy vinatera,
no me va la cafetera.
No soy nada lastimera,
No soy de males curandera,
ni de heridas costurera,
pues ni soy una enfermera,
no seré tu plañidera,
aquí me siento extranjera.
No me llames escudera,
solo soy fiel compañera
cansada ya de esta espera
que por larga es duradera.
Seguirás en la trinchera,
perdiéndote mi manera
de cantar una ranchera
gozando la primavera...
que después de la andadera
cuando pisas la frontera.
Pues no vale una escalera
para ascender a primera,
antes que la cordillera
hay que subir la ladera.
que sujete mi galera.
Fuera ya de esta leonera
no cogeré una llorera.
Ni confundas mi manera
creyéndote que soy fiera,
más que eso soy guerrera,
y lo seré hasta que muera.
Ni lo dice una viajera,
ni me siento marinera,
yo no soy aventurera,
soy paloma mensajera.
Y tú ya tienes solera,
yo soy una dominguera...
¿quieres más suerte a tu vera?
debes ir… ¡a la lotera!
ROSA
P.D.
Y si tras leerla entera
os parezco puñetera...
la solución más casera:
tirarla a la papelera.