“LA SETA Y EL CHAMPIÑON”
A ti te gusta el silencio
y a mí la conversación,
no te va nada el bullicio
y yo quiero el mogollón.
Tú te quedas quieto, quieto,
mascullando una opinión,
y yo no aguanto un minuto
sentadita en un sillón...
Para los que me hacen daño
aún me sobra compasión,
ante el más mínimo engaño
tú “ni olvido, ni perdón”.
Nunca pareces contento
y yo me rio un montón,
ocultas tu sentimiento,
yo hasta lloro con pasión.
Bailar no es tu gran faceta
y yo bailo hasta un sermón,
tú eres una triste seta
y yo soy un champiñón.
Y aún con este panorama
sí habría una solución:
darte yo canela en rama,
y tú a mí tila un montón.
ROSA
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